El hormigón celular

Nuestro hormigón celular se obtiene mezclando agua, cemento, arena (si es necesario) y una espuma que incorpora microburbujas de aire en la mezcla de cemento. Esta composición convierte al hormigón celular en un material aislante, ligero y económico, perfecto para aplicaciones tanto modernas como tradicionales. La facilidad de producción – no se requieren instalaciones costosas o de alto consumo energético como hornos o autoclaves – lo convierte en una opción eficiente para la construcción contemporánea.

Y precisamente la combinación de características de eficacia y eficiencia, reconocidas oficialmente desde hace tiempo, hacen que este material sea extremadamente relevante hoy en día, ideal para cumplir con las normativas, alineado con las nuevas tendencias de construcción que exigen un enfoque en el ahorro energético, la sostenibilidad ambiental, las energías renovables y el uso de materiales naturales.