El bajo peso específico del cemento celular permite reducir las materias primas utilizadas para la estructura principal del edificio. Al mismo tiempo, es posible aumentar el número de pisos, con la misma altura, gracias a la reducción del espesor de los aislantes.
El cemento celular no tratado en autoclave, bajo forma de bloques, cumple completamente con los requisitos de resistencia mecánica ulteriormente mejorables gracias a la tecnología Isoltech que, avalándose de sistemas especiales de mezcla y de aditivos particulares específicamente formulados, consienten de incrementar los valores.
El cemento celular tiene un excelente aislamiento térmico gracias a su porosidad caracterizada por microscópicas celdas de aire cerradas. Considerando un peso específico de 600 kg/m3, podemos considerar una transmitancia di λ= 0,12 W/mK.
El cemento celular se caracteriza por un alto grado de aislamiento acústico. Los bloques por tabiques o a cortina (60x25x10 cm) pueden ser producidos con una densidad más elevada (de 800 a 1200 kg/metro cúbico) aumentando el aislamiento acústico en los casos en los que el aislamiento térmico no sea prioritario.
El hormigón celular es ininflamable e incombustible y protege de la propagación del fuego y corresponde al primer grado de refractariedad. Por ello se puede utilizar para construcciones antincendios. Si la superficie en hormigón celular se expone a un calor intenso, no se rompe ni explota, como sucede con el hormigón pesado. Consecuentemente, la armadura está protegida del calor por un periodo más largo.
El material está clasificado por reacción al fuego en clase A1 y REI 180.
El uso de la menor cantidad posible de recursos naturales y el ahorro de combustibles fósiles es de fundamental importancia para producir materiales edilicios. La reducción de energía necesaria para la producción es, sin lugar a dudas, uno de los requisitos más importantes requeridos para un material compatible con el ecosistema. Y, bajo este aspecto, el cemento celular es incomparable.
El cemento celular, gracias al utilizo de mezclas como la arena, cemento y agua, puede ser producido en cualquier lugar del mundo aprovechando los materiales fácilmente disponibles en el lugar con la posibilidad de utilizar en la mezcla incluso desechos industriales o materias primas secundarias a base silícica según una patente depositada por Isoltech.
La mezcla, la ligereza y las grandes dimensiones de los bloques (cm 60x25x10 de espesor variable) generan una considerable reducción en los tiempos de construcción, de los costos del personal, y de los tiempos para la venta.
Muchas áreas en el mundo son a riesgo sísmico. El único modo para enfrentar esta grave y dramática calamidad natural es poner la máxima atención en el diseño edilicio utilizando materiales que sean en grado de garantizar sistemas más eficientes e innovadores para contrastar eventuales movimientos telúricos. El cemento celular puede aligerar el peso que va a la estructura base y contribuye a la estabilidad antisísmica si se produce con formar particulares como los bloques sísmicos 3C di Isoltech.
Las dimensiones reducidas de los mecanismos para producir cemento celular y su fácil maniobrabilidad, permiten la ubicación de la unidad productiva – incluso por periodos limitados – en lugares cercanos a los mercados de uso o a las obras de construcción importantes. La incidencia de los costos de transporte del producto terminado resulta equivalente a cero mientras que el valor ecológico del cemento celular se vuelve aún más tangible.
La producción del cemento celular no tratado con autoclave no necesita sistemas costosos de hornos o autoclaves. Gracias a la tecnología y a los sistemas Isoltech, es posible producir cemento celular con un consumo energético netamente inferior a la producción de cemento tratado en autoclave. Además, gracias a la reducida dimensión del sistema de producción, es posible producirlo en un lugar cercano a los mercados de utilizo, reduciendo de esta manera a un mínimo simbólico el costo de transporte.